Una mirada judía a la interpretación de los sueños
- Ilana Lamstein
- 24 jun
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 5 días
Según las fuentes judías, D´s creó al hombre del polvo de la tierra y sopló en él aliento de vida, convirtiéndolo en una criatura viviente (libro de Génesis 2:7).
El Rabino Aryeh Kaplan Z´L - en su libro Entre la tierra y el cielo - plantea que de acuerdo al Zohar (obra superior de la Kabalá) el alma del hombre proviene de la mayor profundidad divina y por consiguiente es una manifestación de esa “chispa divina” en el mundo terrenal. En este sentido y siguiendo con esta línea de pensamiento sostiene que el hombre posee una afinidad con lo divino y que fue creado a la imagen y semejanza espiritual de D´s.

Pero; ¿qué conexión tiene esto con la interpretación de los sueños desde la óptica del judaísmo?
Cuando la persona duerme una parte de su alma asciende a otro plano, a un nivel espiritual más elevado, a una dimensión que lo conecta con otras almas que son en sí misma la esencia de D´s. El hombre está conectado con un alma “universal” aún cuando la experiencia física y corpórea de cada individuo esté separada en el mundo terrenal.
En este sentido y atendiendo la perspectiva espiritual del ser humano, el sueño se asocia al nivel más alto de la experiencia del dormir. Es interesante mencionar que del punto de vista biológico-funcional hay una concordancia con la quinta última fase del sueño, conocida como sueño RAM (movimientos oculares rápidos) en donde se produce la actividad onírica.
Hay una cita que surge del Talmud, Berajot 57 que dice que: “el sueño es un sexagésima parte de profecía”. En la época de los profetas – con la sola excepción de Moisés – las profecías se presentaban como visiones y en sueños, y de una manera simbólica. Los profetas tenían la capacidad de interpretar y de decodificar el mensaje subyacente a estos símbolos para llegar a la “verdad oculta o no revelada.”
Depende el estadio “espiritual” en el cual se encuentra la persona en el mundo material, el que le permite acceder a un nivel más elevado, más próximo a lo que podría entenderse como profecía.
El Rabino Oved Avrech, quién fuera rabino por muchos años del Instituto Yavne en el Uruguay, hoy radicado nuevamente en Israel con su familia, me contó una historia personal que le sucedió la noche previa al nacimiento de una de sus hijas. Su madre le contó que la noche anterior a la llegada de su nieta había soñado con su padre. Según su descripción, lo veía con dos jalot, una para ella y otra para su hermana, quién horas más tarde también sería abuela.
Una vez finaliza la etapa de los profetas, la interpretación espiritual de los sueños pasa a ser tema de estudio para muchos rabinos y eruditos en el Talmud.
Según escribe el Rabí Jisda en el Talmud, Berajot 55a : “Un sueño que no ha sido interpretado es como una carta que no ha sido leída, es decir, su contenido no puede ser considerado bueno o malo, ya que el sueño depende de su interpretación”. Esto se conecta con otra gran interrogante respecto a la interpretación de los sueños y la razón por la cual el hombre sueña en forma simbólica.
Para el psicoanálisis los sueños ocupan un lugar relevante en el proceso analítico del paciente, y como plantea Sigmund Freud a través de los sueños y su simbolismo el inconsciente puede manifestarse sin censuras.
En el ensayo titulado Sigmund Freud el Judío publicado por Ernst Simon (1899 – 1988 filósofo y educador judío), señala que de acuerdo a Freud hay un texto limitado y que hay diversas significaciones más amplias y profundas. Freud en su libro La interpretación de los sueños expresa: “Si anotamos el sueño teñido y lo comparamos con todas las asociaciones que produce, hallaremos que probablemente las mismas han multiplicado la extensión del texto del sueño muchas veces.”
Para Ernst Simon, existe una similitud con el modelo del pensamiento talmúdico y la técnica analítica asociativa que se aplica tanto al “texto del sueño” como a las manifestaciones del consciente que encierran contenidos inconscientes más profundos.
Así mismo, señala la identificación que hizo Freud con varias figuras judías en distintas etapas de su vida, y en relación a la interpretación de los sueños cita lo que el mismo Freud expresa en el libro antes mencionado: “Hay que tener presente que el nombre de José ha jugado un gran papel en mis sueños….A mi propio yo le resulta muy fácil ocultarse detrás de gente de ese nombre, ya que José fue el nombre de un famoso en la Biblia como intérprete de los sueños”.
Como dice el Talmud, en el libro de Taanit 8b “la bendición no mora sino en lo que está oculto a los ojos”. Atender los espacios ocultos de la psiquis, y entender las necesidades del alma requieren del ser humano un viaje de introspección profunda, una marcha vital y continua de búsqueda y significado.